LA TOMA DE CONSTANTINOPLA
Hacia el siglo XV Constantinopla era la capital del Imperio Romano de Oriente y un paso obligatorio en el comercio entre Europa y Asia, especialmente con India y China. En 1453 esta ciudad cayó en manos del Imperio Turco, de fe musulmana, lo que significó el cierre del mar Mediterráneo y de las rutas comerciales entre Europa y Asia. Con el cierre de este paso comercial fue indispensable iniciar la búsqueda de nuevas rutas para el comercio de especias con India y China.
LA UNIÓN DE LOS
REINOS DE
CASTILLA Y
ARAGÓN
A mediados del siglo XV España no era un
Estado o un país unificado como lo conocemos
hoy. Ese territorio estaba dividido en varios
reinos. Por eso, mediante el matrimonio de los
llamados reyes católicos (Isabel y Fernando)
se dio paso a la formación de un gran Estado,
pues permitió la unión del reino de Castilla
con el reino de Aragón. Tras esta unión, los
reyes católicos se dedicaron a la expulsión de
los musulmanes del sur de España o Califato
de Córdoba.
CRISIS
ECONÓMICA DE
ESPAÑA
Aunque la expulsión de los musulmanes o moros
favoreció la unidad española y la expansión
de la fe católica, esta acción resultó
desfavorable para la economía y el desarrollo
español, pues con la expulsión de los moros se
salieron de ese territorio las personas que más
dinamizaban la economía. De esta manera, el
triunfo militar significó una gran crisis
económica, puesto que sumado a los costos
económicos que tiene toda guerra estaba el
hecho de expulsar a ricos comerciantes,
intelectuales, científicos y hábiles artesanos.
La crisis económica se agravó con la toma de
Constantinopla, lo que dejó a España y
Portugal con la obligada necesidad de buscar
nuevas rutas de comercio.
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